domingo, 10 de julio de 2011

Mi error favorito

Me gusta contemplarte cuando duermes.
El sol de madrugada entrando por las ventanas mientras yo me arrepiento una vez más de haberte invitado a pasar, de esos tequilas de más, de que vuelvas a estar envuelto entre mis sábanas; un adonis de túnica blanca que parece rejuvenecer aún más al entregarse a los dulces brazos de Morfeo.
Despegas levemente los labios. Murmuras. Sé que aún duermes, pues he tenido tiempo de sobra para aprender como todos y cada uno de tus músculos se relajan cuando caes en la inconsciencia. Sin embargo, también sé que tu subconsciente es más sincero que tú mismo, y por eso me estremezco de placer cuando suspiras esas dos palabras.
Te quiero. Te quiero y me arrepiento de nuevo. Te quiero y siento ganas de correr y no volver a mirar atrás. Te quiero, y han sido demasiados años. Demasiado tiempo hasta ser capaces de reconocernos que nos estábamos equivocando. Que nos equivocaremos siempre.

¿Sabes? Siempre fuiste mi error favorito.